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miércoles, 16 de noviembre de 2011













Celmiro Koryto


"A manos llenas"





Poemario
Israel-2010


Celmiro Koryto
"A manos Llenas" 2010
Obras Publicadas:
"El oscuro panal de la noche"2007
"Claves" 2009
Revisión-Corrección:
Susana Zazzetti
Diseño de tapa:
*Emooby
Derechos reservados del autor:
ISBN: 978-989-8493-37-8 
Impreso en: Ebook



Con todo el afecto a:
todos mis amigos
vecinos, lejanos
 y  virtuales









Se requiere de mucha desesperación, insatisfacción y desilusión para escribir unos pocos buenos poemas. No es para todo el mundo ya sea para escribirlos o siquiera leerlos.
                                                                                                                       Charles  Bukowski






"A MANOS LLENAS"


  " A manos llenas". Y tanto. Intimamente, el poeta  camina con decisión y urgencia por un sendero donde su palabra de hondo subjetivismo, nos enfrenta a un mundo profundamente sensitivo.  Hay en cada expresión, un confesionalismo nostálgico y tierno, vertical, sin límites, y un reclamo sin respuesta hacia lo que fue, hacia lo que se fue arrastrado por el huracán del tiempo.  Frente a su propio universo y su intemperie, frente al deseo de descubrirse pleno, el poeta dice
" transito/ un tiempo de mariposas / íntegro / de pie/ en el umbral del oleaje", entregando, quietamente, su " yo" interno.  Su decir va dejando marcas, sin abstracciones, en cada verso; marcas de vida sembradas en una calle olvidada, en los pechos de la mujer que ama, en el látigo del aire, en el infinito de su todo.

   Poesía mansa, sutil, quebrada de a momentos por versos delicadamente eróticos.  Poesía que dice su verdad de lluvia recurrente, la que lava penas, la que permite que este libro, con sus hojas llenas de horas vividas en el amor y el dolor, inaugure  el juego existencial de hacernos sentir dentro de él, por su magia y sensualidad. Precisamente por eso nos eriza la piel. Como si hubiera sido escrito para cada uno de nosotros.


                             susana zazzetti.  
"A MANOS LLENAS"
 
" A manos llenas". Y tanto. Íntimamente, el poeta  camina con decisión y urgencia por un sendero donde su palabra de hondo subjetivismo, nos enfrenta a un mundo profundamente sensitivo.  Hay en cada expresión, un confesionalismo nostálgico y tierno, vertical, sin límites, y un reclamo sin respuesta hacia lo que fue, hacia lo que se fue arrastrado por el huracán del tiempo.  Frente a su propio universo y su intemperie, frente al deseo de descubrirse pleno, el poeta dice " transito/ un tiempo de mariposas / íntegro / de pie/ en el umbral del oleaje", entregando, quietamente, su " yo" interno.  Su decir va dejando marcas, sin abstracciones, en cada verso; marcas de vida sembradas en una calle olvidada, en los pechos de la mujer que ama, en el látigo del aire, en el infinito de su todo.

Poesía mansa, sutil, quebrada de a momentos por versos delicadamente eróticos.  Poesía que dice su verdad de lluvia recurrente, la que lava penas, la que permite que este libro, con sus hojas llenas de horas vividas en el amor y el dolor, inaugure  el juego existencial de hacernos sentir dentro de él, por su magia y sensualidad. Precisamente por eso nos eriza la piel. Como si hubiera sido escrito para cada uno de nosotros.

                                      
susana zazzetti.








sin calendario
busco contornos
que modelen claridades
mares de misterio para nadar azogues
la noche oprimiéndose muda
hálitos de vida donde forjar el cuerpo
por conocer la risa de los ángeles
busco la pista en la duración del baile
besos acopio en los bordes de mis tazas
otros duran en las bocas
como libros no leídos
que ya no importan






percibo un agujero en el pecho
del que escapo
a través de un viento perfecto
me hundo en el silencio
me estremezco
en contracciones de pájaro herido
pero el frío me mantiene alerta
hay perros que lamen mis heridas
buscan mis pedazos
y alcanzo un reino de sonrisas







pleno
de insatisfacciones
carente
de amor o deseo
revelo
que en el no llegar
vive el juego
de desplegar
la vida






con
la boca abierta
sedienta
de besos
bucea en el alma
un ser estrecho
y en su disputa
de ser
parte
sin regreso









existe
un punto
solitario
en el pueril espacio
para detenerse
en que el cuerpo
cae
y resuena








antes de irme
besé tus labios
ahora
la fría piedra de agua
es rigor
que me cubre
en el último paseo
de tu mirada







ciegamente
buscan luz
no senderos
desde el umbral
todo es desagüe
pero se adiestran
a caer
y en vuelo
descubren
la ausencia





abrazo
el cuerpo
cercado de límite
bordo
los bordes
del vacío
a mi lado
alguien respira
el sueño
que enmudece
mi corazón








muero
cada día
un poco más
y en la hora
más callada
al mirarme de reojo
soy un reloj
que se detiene







bebo en la tarde
vino de aroma
confundo tiempo
alrededor  y dentro mío
por mirar lo oscuro de lo claro
veo esconderse el sol tras el recodo
y en mi soledad
de monedas y cofres
nadie viene a acompañarme






las manos
acunan gotas
sangrientas
brotan
hendidas de herida
son lluvia
rojiza
de pétalos agitados
por vientos
de indiferencia






penetro
tu amor
como penetro
la tierra
en la aridez de la piel
la sequía de mi sed
tiene  dueña
y en ella
siego
los amaneceres







en el afán de amar
las ansias huyen de sí misma
nacen de un fuego respetado
que fragua lanzas de jaspe
y encendidas palpitan
palabras morbosas
lamentos que graban
su giba
            envenenada







llegué con la lluvia
bañado de promesas
sepulté  miedo y soberbia
en el útero de fuego
de la mujer que amo
prendido a un alfiler de luna
persisto  la oscuridad
paciendo las horas
de su aroma a cedro



me pregunto:
quién es el verdugo…

doy mi espalda
al paredón de muerte
triste  jardín de invierno
donde paracaídas
descienden para abrigarme
del disparo que llena el aire
y alborota  las aves
como moscas sobre un cadáver rancio
hasta sumar a la piedra manchas
que secará  la aurora







rigurosa
se entregará
sin entregar nada
carente de ropa
bacante de hombres
beberá de labios y lenguas
incluso  morirá
en su loco ojo de hembra
…sumergida




una espiga de hambre
y otra de dolor
germinan
lunas sangrientas
navajas
traspasan  un grajo
enterrado vivo
en el yunque de un pecho
al encender las lámparas
la vida clama
el nombre equivocado





un reloj de arena
desvanecido
interrumpe
el líquido tiempo 
detenido en mis ojos
vago en el alma
vestido de tinieblas
habito el vacío
de mis manos ansiosas
con los labios callados
adquiero vocación de bruma






arañando muros
la escasa pasión
gesta hielo lumbar                                                                                                                          
en los rincones ácidos
de los asideros del cuerpo
inquieto en la tarde
el crepúsculo herido
en un guiño de discordia
acoge incierto el mañana
herido por el rayo



disipo
la piel bruñida
en el titubeo de mis actos
tus manos
en carbón encendidas
recorren
las huellas de mis escalofríos
siendo la harina de tu pan
masa copulativa
mi sangre se vuelve vino
que bendecido
vierte
su elixir calizo





transito
un tiempo de mariposas
de pie
en el umbral del oleaje
en la tarde hembra
donde aflora
la permanencia
de la guerra y del hambre
ansío el cielo
para volver al lugar
donde no estuve en años






tu lugar en la mesa
está vacío
silenciosa
la mecedora
aún acuna la sala
sólo tú inactiva
bajo la gran sombra
supura en la piedra
la sangrienta bruna
que enturbia mi corazón


varados en el pasillo
del "Café de los angelitos"
hay dos espejos opuestos
tres imágenes albinas
suceden cuando paso
la locura viaja la sangre
y enciende el mapa
sin nombre de mi mente
hundidas en los bolsillos
las manos ardientes
salgo a la calle
el sol parte mi cara
la piel
elige las sombras





ahora
no entonces
acuno tempestades
desfallecido de  brazos
la sangre de no ser
cala mi cuerpo
con cubos de lluvia
y me enreda manso
en el escaso abrigo                        
tal vez por esta noche
paciente en su espesura




tú oscuridad
me abraza distinta
agazapada
en el frío aliento de tu boca
las piernas separo
soy mandrágora
con aroma a frutos secos
encima o debajo
mutable
muero de ternura
en el grial
             que me derramo






es tiempo
de decirte adiós
tampoco hoy
has venido
plegada vago
en el aroma de un grito
sé del frío
dolor que hiela
mi ciega boca
                 y me maldigo

apoyo
los pies en el suelo
mi boca tiene el sabor
de una ciudad abandonada
me urge poner tierra de por medio
para eliminar el alcohol
de la noche negra
con el café de la mañana
acerco una muerte
para alejar otra
no sé si soy humano
o un nuevo insecto
de largas patas
que se desliza sobre el agua
tras  unos minutos de limpieza



van y vienen
cansados
los recuerdos
en busca de nuevas fuentes
de nuevos tiempos
una araña
se pasea por mis emociones
por mis bajos instintos
por la punta de mi lengua
deja caer las pestañas
agrupadas como juncos
entre ausencia y espera
desaparecen los años



mi corazón
es un callejón de nostalgias
de abriles y primaveras
cosidas en las costuras
de los terraplenes
ahora 
          que la vida
tiene paciencia de otoño
se desbanda
en los contornos húmedos
induciéndome en la alquimia
de piel y palabras
lástima que en mí no dure
ya sudor ni cicatriz o sangre
o espacio en la noche
para resucitarme



todo empezó
un día de lluvia
en que profané gotas
con obscenos
pies descalzos
las manos
lavaron mi sombra
lo magro de mis oscuridades
tendidas en equilibrio
revelaron
las estrellas bajo las que se mece
mi desnuda necesidad





dondequiera
que voy
el roce de un tranvía
enciende en mí
tú recuerdo

deja pasar

tan poca luz

que debo recopilar

pruebas

de su existencia




















un viento extraño
separa
las cortinas de la ventana
me siento muerta
en tantos fragmentos
en la misma muerte
diferente
soy la niña
de la fotografía
que fue tu madre





la tierra
es el infierno
de otro mundo
enterrado
en las tinieblas de un zapato
y yo un desierto
un hombre con un dolor
anónimo
y mi corazón
en aprietos
una flor blindada




llovizna
la calle
inundada de ojos
bifurca las miradas
que sin regreso
son metáfora
de melancolía
yo que siempre
caminé bajo el sol
para que me pretendas
mujer solar
dejé de tener tiempo



a espalda libre
su vientre se deleita
en los tumultos
confía en la carne de su fe
en la costilla de la noche
si consiguiese retirar
esa mancha roja de los ojos
esa jauría de caballos de agua
escucharía la sirena
cercana/ muy fuerte/
pero es tarde
hay demasiada sangre
entre las hojas





tu piel
posee violetas
empañadas en niebla
sales de la luz
a la oscuridad
sumergida
en lecho firme
eres atemporal
en la poesía de la carne
una partícula
que oscila y luego cae





en el cuarto
por las noches
creí oír la lluvia
aún cuando no llovía
lo descubrí
al darme vuelta de un lado al otro
era la hojarasca de mi camastro
sin despertar
el café humeaba
y el cíclope de mi ojo
era lo único dormido








siete días
estuvo muriendo el abuelo
lentamente
hora a hora
su cuerpo fue un barrilete
que perdía altura
y en el último instante
tentó cielo








en la mañana
cuando el gallo
canta hasta la tercera voz
ya no te pertenezco
me llego a la plaza
y a otros desvíos
tú seguirás
en tu luna de agua
yo /voy a luchar con la palabra
haciendo de mi poesía
un  eterno ensayo…
…no te rindas
a temores injustificados
asume un tiempo
de habitaciones separadas
hasta la cita de los martes





en el rincón
de una calle olvidada
la mujer se astilla
es viruta
de la madera del tiempo
porque decide
seguir hablando
dice que la claridad
del chocolate
vive en la oscuridad
de su mente








abrocho
mis manos
al pecho de tus senos
tu lengua a mi lengua
mi muerte a tu savia
y todo el futuro
para desandar el tiempo
hacia lo infinito





no sé dónde
se juntan los huesos
quizás
en un plato de horrores
en la mesa del inframundo
donde el quejido de Hades
guía las sombras errantes
de su alma mitológica
más allá del tiempo
huesos con memoria
que no pulirá la lluvia





sólo duran
las manchas de humedad
en la identidad del cuarto
en el que el perfume
sellaba las marcas de la piel
encendiendo
ese tumulto incierto
entre las piernas
con sólo oír tu ronca voz
casi llorada
en la grandeza de tu muerte






sin
necesidad de esperas
todos copiamos a Penélope
la vida
marca las horas
con relojes
que lo hacen a impulsos
para caer exhaustos
en el blanco
de sus pausas



sobre un diván
de tela dorada
los gobelinos de la piel
empañan la alcoba
escaleras
trepan a algún sitio
a exponer piernas caderas labios
los cuerpos agolpados
buscan saber
si ayer
sobre el rojo brocado
fueron aves en vuelo
o cuentos chinos








ella
no entiende
mi poesía
tal vez
yo debiera callar
esa lengua escrita
en la que digo
demasiadas verdades







espero el último autobús
escucho el silencio
fuera de mí no hay nadie
huelo la noche
mejor que el día
en nada pienso
y nadie piensa en mí
de hecho podría no haber estado
y vivir otra época




en la sonrisa de la noche
un genocida
busca habitación
por unas horas
teme la oscuridad
y enciende la luz
es un enigma su tara
pues la negrura
de su alma
surge cada día
en la mesa
              de alocuciones



desperté
en un campo de cardos
el brujo en medio del ruedo
fumaba su pipa
la sombra del único árbol
arañaba mis pupilas
un cielo arenoso
anunciaba tormenta
todo fue sombras
sin ver los labios de nadie
nos mojamos
con los cuerpos agotados
y fugaces


no lean
lo escrito
en medio de la hoja
lo que vale
está en los márgenes
en letra minúscula
muy plegada
pensamientos
resúmenes
la síntesis dormida de un río
que atraviesa una gran nada
por el lugar
que no se debe
cruzarlo






figuro
en el instante
no decisivo
lo substancial
es que todo se repite
un lazo de notas
en una memoria de mundo
un vacío lleno de significados
una moneda perdida
en el aliento largo
de un niño cuando era niño




por caminos
apagados
mi respiración
es cuchillo del mediodía
filo de Toledo
en su ceguera
decide
perforar un corazón
abierto a la luz
de un cuarto a oscuras
reo del invierno
donde aloja la noche






siento en la piel
el aire del látigo
en la dureza
de dos manos que caen
y sacuden mis huesos
hay algo trágico
en el perfume que desprenden
el mismo que persigue
o recoge mi muerte
en las acequias de la noche










si me miras



llega mi noche más temprano


como si no me conocieras
tientas mi mundo

y penetras los abismos
que te abro

para mecerte en mi regazo
en el que te quedas




ciertas noches
llego para ceñirte
cuerpo
que siempre me eludes
huyes en la luz nocturna
enlazado a mi mensaje
eres rumor de ausencia
en huellas etéreas
y sólo dejas en mí
tu nombre
atrapado
en cuatro estacas







indecisa
la vida consulta
en la piel los nombres
imagen y evidencia
en lento eco
miedo a florecer
en vacilante trama
arcilla
en estupor de quebrarse



siempre
prefiero la penumbra
para errar en las ideas

en las sombras guardo
el secreto de las cosas

la idea que prende el velador
la arrojo a la locura

y  todos los suspiros
de marino y faro

en la playa yacen
junto a un niño
igual a mí




algunas noches
no entendí
la sed del agua fría
tampoco los días
en que nos quisimos
absolutos
en ese abrir
de nuestros huecos
donde llené
la vasija de tu cuerpo
que luego
derramaste en mí




hay veces
que juego  al destino
todo el capital de mi vida
incluso cuando gano
sé que pierdo
la última oportunidad
de ser el guardián de mi muerte
(nunca muero del todo)
con paso de tortuga
me desplazo
en la codicia
de no llegar a la meta




siente ser
una muñeca de trapo
que vivió su holocausto
y ahora
a su empolvada caja
sabuesos
vigilan
el frío aire
que traspasa
su corazón de estopa
en el recuerdo
de sus niños dueños






en la silenciosa arena
las huellas de un pie
resisten
el peso de un sentimiento antiguo
eunuco de musa y poesía
llego al agua de los recuerdos
y poso mi cuerpo estriado
en el útero de una duna
para nacer
y morir de nuevo


una
va al entierro
de sí misma
muere sin querer
tras una piadosa mentira
llega al extremo
del amor
prendida a sus ojos
los quiere de inmediato
porque palidecen en azul
cuando enfrentan
la maldad del espejo
con sombras de duda
agoniza tras él



gasto un cuerpo
que es el mapa
de una cicatriz
y la piel
un guante arrugado
abro el becerro
en su mitad
lo tiendo
desde mis hombros
desnudo
me veo vestido
y salgo al mundo
disfrazado de híbrido






tengo
vocación de rabia
invento felinos
bajo la lluvia fallida
en la espera
que germinen las estrellas
acuno milagros
en cuencos de asombro
encendido en la caricia
de la carne en su caída




a intervalos
escucho
el corazón
palpitar distante
a los lobos
aullar en la distancia
cuando el mío les contesta
en la quietud de mi mente
respiro y percibo
el mundo dar vueltas
alrededor
del tiempo /de las nubes
desde un tráfico mudo
aúllo hacia afuera
aúllo hacia nadie




hoy
enhebro  y
deshago palabras
que levitan sobre mi ánimo
como móviles
en un round con Dios
cierto deseo
abre un abismo a mis pies
y la lava del llanto
se desliza
por las pendientes del rostro
sellándome la boca





llueve
en la global Tel Aviv
leo las noticias
el expreso es italiano
la guerra mi recelo
atiendo
menos gastado
que el mundo o mi abrigo
el murmullo que me rodea
la negrura que endulza
paraliza la realidad
pero asocia
cosas simples y menudas
en espera de una paz
que me lleva la vida





la esencia
se hizo concisa
en sí un haiku
de rubíes rotos
gotas de sales
mar de vainilla
cien abejorros
en mil peonías
olvido y silencio
acuñan memoria
plagian vida



un hombre solo
escucha en voz alta
el silencio de su alma
y recibe
una única respuesta
reclinado en la esperanza
de la ladera de su roca
escarba el misterio
infinito del ser
-in mente –
observa
que sólo el hombre
puede salvar
al hombre
de su destino





hay poemas
que nos dejan
una excelente soledad
un cansancio físico
como el avivar con leña
los fogones de la cocina
que sudan al que los atiende
en mañanas cargadas
de sed y líquido
así todos los días de los años
hacha al hombro pluma en mano
indago en los sexos
de las bestias descuartizadas
acto de amor y de coraje
con el mayor respeto




ciertas mujeres
me miran
con ojos abismales
y me regalan
su perfume a decencia
desde un prisma imaginario
son tiempo que crea tiempo
simples testigos
de gatas parturientas
yo ando las veredas
con la chaqueta al hombro
seguro
que al amar
amé como se debe




la mujer una rosa
todo perfume
irradia
fatal
entre espinas
un corazón
que para entrar en él
hace falta una vela encendida
y para salir
tejer una llave
que libere el estigma
del lado de afuera
de sus orillas
donde se tiende a beber
el animal que es




lo vi aparecer
por el espejo
como una máquina
gastada
lucía espalda
de hacha agobiada
cabeza de gallo
piernas zambas
con jirones de tejido
rojo brutal
abierta la herida
sin lograr contener la hemorragia




cubierto
de espinas y de sal
llego a un punto
en que no quiero
que nadie ni nada me toque
ni lo malo ni lo bueno
ni el ladrón ni el poder
ni la letra ni la ciencia
me dejo hundir
en la filosofía
que no tiene ayer
en tanto el viento
despeina mis ideas




bajo un  seto de adelfas
yace la tarde y mi cuerpo
me cansa pedirte y ser
un punto y coma perdido
en el lado débil de tu sueño
soy
tinaja de agua temblorosa
miel derramada en los labios
condenados al ocio de tus dientes
lombriz sin ojos
que muere por ser llama en tu espalda
sutil suspiro  en tu escote
y al decirme -te quiero-
tu voz deja mi alma absorta
en el lecho donde divago



me disuelvo como miel
en el té de las cinco
la cucharita de la tarde
reúne mis residuos
-pero no piensen que no existo-

alguien
beberá
y seré parte de otro cuerpo
alimento de otra mente
espuma en otras venas
-pero no piensen que no existo-

-ustedes me leen aún disuelto-





un vagón
con luces y vacío
es el barco de mi cuarto
proa al viento
ruge a babor y estribor
hace  jirones
descoloridas banderas
y despierta
en un océano indomable
donde la ciudad flota
sobre un colchón de agua



no tengo perdón
a veces juego
-in mente-
con la vida de los otros
acoplándolos
en la insípida memoria del agua
o acomodando
sus huesos en la estopa
ellos en su muerte
se desmenuzan en la boca
hablan conmigo
en voz bien baja
y el barro cae cada dos vocablos
sobre los pechos
sobre la carretera




















índice:
sin calendario…11
percibo un agujero en el pecho…12
pleno…13
con…14
existe…15
antes de irme…16
ciegamente…17
abrazo…18
muero…19
bebo en la tarde…20
las manos…21
penetro…22
en el afán de amar…23
llegué con la lluvia…24
me pregunto…25
rigurosa…26
una espiga de hambre…27
un reloj de arena…28
arañando muros…29
disipo…30
transito…31
tu lugar en la mesa…32
varados en el pasillo…33
ahora…34
tu oscuridad…35
es tiempo…36
apoyo…37
van y vienen…38
mi corazón…39
todo empezó…40
dondequiera…41
un viento extraño…42
la tierra…43
llovizna…44
a espalda libre…45
tu piel…46
en el cuarto…47
siete días…48
en la mañana…49
en el rincón…50
abrocho…51
no sé dónde…52
sólo duran…53
sin…54
sobre un diván…55
ella…56
espero el último…57
en la sonrisa…58
desperté…59
no lean…60
figuro…61
por caminos…62
siento en la piel…63
si me miras…64
ciertas noches…65
indecisa…66
siempre…67
algunas noches…68
hay veces…69
siento ser…70
en la silenciosa…71
una…72
gasto un cuerpo…73
tengo…74
a intérvalos…75
hoy…76
llueve…77
la esencia…78
un hombre solo…79
hay poemas…80
ciertas mujeres…81
la mujer una rosa…82
lo vi aparecer…83
cubierto…84
bajo un seto…85
me disuelvo…86
un vagón…87
no tengo perdón…88
ante mi asombro…89




















  









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