
Celmiro Koryto
"Claves"
Poemas
Israel-2009
Celmiro Koryto
“Claves"
2009©
Obras publicadas
“El
oscuro panal de la noche”-2007©
Contacto:
korytoc@gmail.com
Revisión-corrección
Elvira
Levy
Diseño
de tapa
Jagay Azaz
Derechos
reservados del autor
I.S.B.N.
978-965-91062-1-9
Impreso
en:
Copi-vit
Bialik
16/4- Ashdod
Israel
-2009
a mis queridos:
Tesa
mi esposa y compañera
Diego y Julieta
mis hijos
May e Iuval
mis nietos
“Los poetas se deshacen no
mueren”
Margarita Yourcenar
y una pizca de surrealismo
“claves”
hace ruta
por un sendero de verdades
en la melancolía de las palabras.
pregunto:
¿adónde podía haber llegado?
con mis pies descalzos
por un camino de espinas y cardos
sangrando
ardores o amores o amigos
desunidos por esquirlas profundas
sino uniendo versos y fiel canto
esos que lamen los bordes de cada
página
C.
Koryto
Sin abandonar su primigenia
raíz surrealista, Celmiro Koryto busca y encuentra nuevos lenguajes y formas, componiendo así un poemario completamente
diferente: “Claves”.
Poeta-“labrado de noches y
lunas” va y vuelve “entre el amor y la fantasía”, separa el cuerpo amado “como
una hogaza de pan” y lo arrulla en perfumadas sábanas “sobre un colchón de
lilas”.
Bellas
imágenes que expresan un sutil erotismo mas lentamente las endurece y penetra
“entre la realidad y el pensamiento” porque descubre desamor, ausencias,
silencio, deslealtades, aunque “se erizan pezones de uva oscura”.
Entonces, alejado de su
peculiar modo de decir amatorio, se interna en una oscura realidad, transita
calles de indiferencia, ciudades propias y ajenas, mientras frío/ nieve/
lluvia/ estío son sólo palabras que significan poemas existenciales donde se
escuchan las eternas preguntas sin respuestas. Finalmente, Celmiro Koryto “mata
mil exilios” y cansado de ser hombre “se oculta tras una lágrima”
“Claves” presenta el drama de
un poeta que siente intensamente la vida, el amor, la soledad, la guerra, todo
lo que le rodea, incluso esos pequeños actos cotidianos que le dan un leve
respiro.
Buenos Aires (Argentina), mayo
de 2009.-
ELVIRA LEVY
entre
el amor
y la
fantasía
claves
en
voz baja
te
leo
los poemas más íntimos
mi
dorso
en
el envés de la luna
tiñe
mis manos
de pasión diluida
en un charco de cristales
que
crece en su agua
para
enlazar las claves
cuando
todavía
tus
pechos
se
elevan
y
caen
unidos al eco
de la noche
devenir
entre tu piel y mi piel
apenas se aloja un suspiro
mi
boca infiel lo descubre
al
penetrar la veta
que
anida tus delirios
allí
me propongo morir
como
todos los jueves
para
luego ser noche
y
convertirme un rato
en
un gran
pez
dormido
latente
sin
hombre
la
dama muere
sin sexo
la dama no existe
apenas
se enhebra de luz
en
una sutil danza
tiembla
en distancia
devora miedo
hasta
que sus venas crujen
sumida
en
transparencias
cuento
esclava
de su vicio
fue
a mi encuentro
pensé…
¿será
como otras veces
que
parece lo mismo?
y
me encerré con ella
como
con un juguete
al
que le di cuerda
y nuestra historia se hizo oscura
hasta
abrir las miradas
entonces
dejaron
un telegrama
la
muerte de un amigo
sin
ganas ya de jugar
agotamos
los ojos
mujer
por tus curvas
cóncavas y convexas
eres la ecuación perfecta
para elevar entre paréntesis
las sumas de mi estima
allí perlas escurridizas
petrificarán mi llanto
en una ola sin cresta
mail
enfática
la
lluvia suma
el suicidio de las gotas
naufragio de vanidades
en
la alcoba
la noche llueve en otro idioma
lástima que no estás a
mi lado
para bañarnos en un poco de
nada
o esperar a que surjan las
estrellas
y así completar el mapa de tu
cielo
imagino
espacio
al
tomar un tren al infinito
eclipsándome
en la piel del universo
tentación
purpúreo
el
ojo viaja
de
tu pelo a tu seno
y
del cielo de tus ojos
despega
como
una hoja
que
danza vientos
en
busca de pistas
doy
a luz
un
fruto de tristeza
un
día
desapacible
un gemido o dos
siempre
la espero
treinta
curvas
de
sutil apetito
en su morir de hoguera
la
brevedad
hace
ruta de musgo
en
la herida que me alberga
un
gemido o dos
el
derrumbe
el
silencio
y
la fidelidad
sala “gaumont”
aún evoco
las estaciones desiertas
compartidas
detrás del vestíbulo
sepultando el miedo
verde y azul
de las miradas
“Ardía París” en el cine
allí tus dedos
se escurrían
por las medias de seda
con calidez
besabas mis labios
e impetuosa la piel ardía
como el celuloide
en las paredes
del sexo
teorema
tumbados
en confusión
separo
tu cuerpo
como
una hogaza de pan
para
que ciertas locuras
viajen entre los muslos
aún
siento las lenguas
empañar
espejos de domingo
y
la llovizna de tus manos
regresar
cual bumerán
al
punto de partida
para
crear otro
movimiento
sísmico
madre
cada noche
la mujer de encendida frente
lo atrae a su lado
pletórica lo amamanta
le acomoda las hebras
le acaricia la sienes
con labios de mariposa
lo besa
le cuenta historias de gente buena
hasta secar
la
garganta de su sed
perfume
paciente
deshoja sexo
persigue aroma
la piel
transfiere en él
perdura en ella
indeleble la sensación
donde cautivo
cumple condena
el
perfume
que
su cuerpo ama
por todos los que no
partida
la hoz de su lengua
siega palabras
extintas en el silencio
de
un haz de espacio
se
agitan
forman un escote
que sugiere el exilio
de una verdad transparente
los labios prietos
el andar felino
la espalda
que no regresa
y en la ventana
se esboza
el dibujo de un beso
amores
I
el
cielo
viene
hacia mí
sobre
gibas nubosas
bajo
mi piel
todavía
siento
el
calor
de
una joven mujer
reacio
a dejar el cuerpo
retengo
mi cabeza
apoyada
en la almohada
cada
vez más alba
trunco
la
suavidad de mis sueños
y
para castigar los amores
me
convierto en mi propia vara
II
soy
el poeta que escribe
en
la libertad de su jaula
sin
duración en los otros
reflejado
en el espejo
con
un ramo de flores
y
todas las faltas
me
miro desde la infancia
con
apetencias
sin
amor
y
esta lección
de hastío
III
en
el país del amor
nieblas
repentinas
no
dejan ver nada
pero
al vivir entre brumas
pueden
oírse susurros
y
los oídos crecen
entre
las tupidas calinas
de
los enamorados
algunas noches
en
la noche
más
exigua
una sombra dice
lo
que el corazón calla
colmándome
de consuelo
la
mujer bebe
lo
que queda del día
convertida
en magnolia
retoca
su corazón
con
lápiz labial negro
desnudo
le recito haikus
la
noche enturbia
con
tinta su pelo
y
arrulla
la
calidad de mi muerte
duermo
en
aguas enredadas
mientras
ella se mantiene
en
las esquinas de mi sueño
pretende
de manera especial
relame el amor
como hielo
que se derrite en la
boca
y su ansiedad sumerge
como hojas de té
en el fondo de un cáliz
en espera
a que su ardor trepe
en penumbras
alguien
acostado a mi lado
cuenta mis latidos
la nocturnidad
le roba
el color de mis ojos
espera
se ilumine la mañana
para besarme la frente
mientras
con la mirada rota
me acaricialos cabellos
Lucía
surgida
de la tarde
busca amor
ávida de pan
mastica
neurosis bélica
por migajas
en algún rincón
se presta
insaciable
de alguien
ahora
que sin guerras
le falta amor
y a veces
el pan
escasea
arbitrio
era otoño
cuando la vejez
llegó a visitarme
bienvenida
la senté en la mejor
silla
en el lugar que le
atañe
en libre albedrío
seguí siendo joven
y me permití
jugar al amor
en medio de las
tinieblas
donde el simple aliento
es un jardín
de ensueños
vibraciones
sobre
un sofá
de
cutis plástico
una
gota de esperma
es
charco de júbilo
que
tiembla y fecunda
nuevos
llantos
la
química
hace
su agosto
sin ser agosto
en
tanto ellos
de
amor arropados
vibran
en el álgebra
de su desnudez
y en plena ternura
cruzan la ruta
de la tarde
cuaderno de bitácora
siempre
frené
sobre óxido
y
en la boca
la
sensación
de
un ácido lago
evoco
la
soledad acerada
de
aquellas rejas
donde
habité
un trozo de vida
por
el crimen de otro
mil
veces
salí
a caminar
con
tu mano en mi mano
por
una “piazza” en Venecia
o
esperando el ocaso
tras
una vieja saliente
del
puerto de Haifa
delineándote
un mar distinto
por
el que me pudieses navegar
…ambos
vivimos
el exilio
desde
celdas separadas
las
noches
tenían
dolor a sexo
agrietamientos
cavidades
imposibles
de colmar
y
la desesperación
dormía
bajo los flejes
…es
noche
en
mi regreso
la
lluvia
moja
tu ventana
y
mi corazón captura
el
fuego refractario
alojado
en el deseo
de
recorrer a pura piel
los
montes de tu cuerpo
para
arder en el filo
de
una claridad circular
que
nos ciegue
hasta el delirio
sátira
escombros
y
mariposas
conforman
el
último verano
sigo
un camino
de
baldosas amarillas
trato
de llegar a algún sitio
donde
destrozar la tristeza
debajo
de un árbol
leo
tu carta de huida
para
lloverme de ideas
que
alimentan sequías
porque
aún retengo
esos
besos salados
amos
de mi sed
de
una hembra que mentía
en
un lecho con ripio
y sábanas con fragancia
a
tiempo perdido
presencia
hubo
una mujer
que
echó atrás su pelo
tragó
saliva
y
me miró
a través
de
un llavero de soles
sentí
mi corazón
atravesado
por alfileres
frente
al espejo
traté
de quitarlos
pero
las manos
lo
hacían todo al revés
y
fueron hundiéndose
hasta
cicatrizar
en recuerdo
reinas de la colmena
la
suerte tiene forma de cruasán…
I
ella
arrulla
polen
en los pechos
cuando
él
le
trabaja el sexo
sus
gemidos son corales
brama
y llora
sin
detenerse
y
el cuerpo
se
hace jaula
en
su deshojar
sinfónico
II
su
rostro
es
un mapa
de
senderos
con algunos cristales
el
cuerpo
de
ese rostro
es
para amarlo
sobre
un colchón de lilas
siempre
prendido
de
la noche
del
deseo
y
de los fantasmas
para
que luego
la
rama
que
es parte del árbol
se
pierda en los juncos
del
delta de Venus
III
como
una reina
se
cubre
tras
un arnés de festejos
y
pulseras en los brazos
despierta
mi siesta de fauno
por
diagonales o bisectrices
sigue
la ruta
de
apetitos inferiores
subida
a la cresta de mis ganas
vence
al cuerpo
donde
mueren los pecados
para
que yo huya
con el
crepúsculo
acostados en el vacío
fosforescencias
labran caprichos
en el
claroscuro de los cristales
antes de cruzar los miedos
tu cuerpo cae sobre el
mío
y todo crece menos mis ojos
al penetrar la herida
la amarga confusión del deseo
sella
tu voz
y con el ayer atrapado
desertas de mí
hollando ausencias
justo cuando el sol se pone
en el adiós de la piel
como si todo
fuese cierto
degustaciones
los labios
un fruto sabio
la boca
un pan sin corteza
y
sus besos aves de árbol
posados
en mis ramas
sensibles
se
volvían fábula
y
su pasión
en
alocado aquelarre
redimía
sensación
de hielo
agonía
y éxtasis
entre
el adentro
y
el afuera
con el amor
en los labios
sin tiempo
creía en mí
como en una religión
sin infiernos
salvo
el de las caricias
dando rodeos
iba y venía
hasta que me aceptaba
y sus senos se vestían
del color de las moras
para caer fusilados
con mis labios
entre sus labios
siempre
elegíamos las tardes
allí los relojes
navegaban
entre horas
y verdades
estado
querría
permanecer
sedentario
inmutable
mas
la
desnuda tersura
de
tu piel
modifica mi razón
me vuelvo para acosarte
y
acoplar nuestros polos opuestos
hartos
de verano
se
hace invierno
y
la pasión aún se expande
desde
el nacimiento de los cuerpos
que
fluctúan errantes
en la marisma
imbuido
a veces me recuesto
en
el rincón más alejado de la casa
y percibo ser un fruto desierto
al que en su exilio
devoran pájaros rapaces
atravesado
por sus picos
juzgo
a los higos rendidos
que
en el mimbre esperan secarse
y
como yo aspiran
ser
creación en tu boca
cuando
el deseo
te lance
el retrato
con juventud acumulada
acuesto mis noches
en una cama prolija
y despierto las mañanas
en sábanas huidas de los rincones
a veces me rescato
corro el riesgo del olvido
pero cuando me vuelvo
mis ojos
siguen
acariciándote
qué pensarán
aquellas
mis amantes
frente
a un café con vaho
vago
erotismo del sueño
en
el pliegue de la memoria
fotografía
que desnuda
los
espejos
la
estrechez del mundo
la
intimidad de los secretos
crepúsculos
púrpuras
con
manos ordeñando lunas
caricias con un te quiero
perduran
el tiempo
de
ascuas
y
en la cama de nadie
cubren
de telarañas
sin
odio y sin mentira
el
estigma
del hombre
tejido del
acto
en la ebriedad de la hebra
se teje el hilo
de la penetración amorosa
en zigzag florecido
dos cuerpos cosen amor
tensan sus fibras
dilatándose
en el revés del hilván
vencen el instante
primigenio
precioso
preciso
en que los genes manan
líquidos
que el sexo
congrega
surjo
labrador de noches y lunas
esparzo las escorias
deshechos del vivir sediento
entre maullidos de soledad
y ladridos de encuentros
lacera
este amor en la distancia
no sé
cuántas veces te desnudé
mirándome
en el tupido cielo de tus ojos
dejándolo
crecer
mi amor rebosa
en el ansia
de amalgamar
tu cuerpo
silentes
treinta años
ya viven juntos
mas su lenguaje
se deteriora
sus diálogos
son gestos tardíos
inclinaciones de cabeza
cama comida
y en sus rostros
se deposita
la
quietud de las piedras
algún intérprete
ocasional
agrieta el silencio
un gato un pájaro un
ladrido
y a pesar del esfuerzo
siguen
indiscutiblemente
quedos
liados
en supinas posiciones
viajamos
por tormentas estivales
fecundas de caricias
hasta que el sol hiere
el hueco de tus senos
y
las sombras coquetean
un denso fluir de
reflejos
instante fiel
en que cada uno parte
a otro ángulo
de la
vida
modelo
la
voluptuosidad de tu cuello
se
basa en los hombros
parte
del declive
de
muchas orillas
como
si dignidad y gracia
estuviesen
creados
para
que la seda
se
deslice por ellos
y
al cerrar
mis
palmas tus pechos
se
acoplan
solidarias
a la carne
que
dulcemente
me
enciende y ahoga
en
el marjal
de tu cuerpo
éxtasis
la mano
consulta el seno
del lado del corazón
agita sensaciones
y se
hunde en la espuma
la hora de fuego
tiene caderas
y muslos tiernos
certeza que detona
el punto oblicuo
y cruza
rezagados
destellos
certeza
sueño piel
los pechos amplios
a la deriva parto
en el llanto seco
del polvo de los días
y cabalgo
a lomos del poniente
para borrar la noche
en el sudor de otro cuerpo
así
nos
amamos
como
cleptómanos
al
robar cada goce
ensamblando
un
holograma
de
texturas y temblores
a
veces demuelen
otras
arrullan
mudos
roces
enhebrando
hilos
de
una madeja de ternuras
hasta
las seis y veinte
infieles como
siempre
esotérico
esta
noche
no
es como las demás noches
me
echo a descansar
y
se hace eterna
tu
hueco en el lecho
es
lugar doliente
que
fermenta vino
y
Dios de mí se burla
porque
perdí tus encantos
equilibrada
en
una cuerda floja hacia la luna
su
luminosidad esparcía
tu
sombra adelgazada
hasta
que desapareciste
aquí
sin
entender
cómo
golpea
su frente
un
hombre rendido
eros ciego
no pretendo
que la noche empiece
sin tu sombra
ni la lluvia
empañe tu mirada
o el frío se arrebuje
debajo del vestido
o me sientas tan lejano
y me implores
no quisiera
perderme el ronroneo
de tu voz tierna
o el rumor de tus manos
crispándose en los lienzos
o tu boca
recibirme
como ave trémula
mientras
libas el néctar
de mis huesos
y tu lengua sale a cazar gotas
no quisiera enloquecerte
si mis manos
penetran los secretos
o la pinza de dos yemas
acucian las aureolas de los
senos
y erizan tus pezones de uva
oscura
sin que mis ojos
vean y sientan tu deseo
ni el deleite
dibujado en tu premura
nunca es tarde
en el cielo
un barrilete
consume hilo y entre combas
el amor reaparece
aturdiéndome
llega ella
me concede un beso
fresco cruce de néctares
y sensaciones jamás bebidas
en un impulso
mis manos toman su rostro
y prendido a sus labios
se desgaja el tiempo
sumidos
en oscuridad
recorremos un túnel
de luminosidad increíble
vibramos
entre pliegues de labios
vadeando los puente del aliento
abrimos la mirada
a un paisaje lunar incomparable
es cuando decido
vivir en el lugar común de su boca
y así apreciar todos sus sabores
mi amada dijo:
la piel me arde
desde la noche
en que tu barbilla
marcó las huellas
de todas las ceremonias
fija la mirada en el goce
de una sonrisa lánguida
tenaz
en la negativa de abrir los labios
entre
la realidad
y el
pensamiento
entelequia
en el pasillo
hileras
de sillas descansan
con
lágrimas resecas
como membranas
la soledad
sin fe se vierte
en pequeños azogues
de cirios que se consumen
lo
muerto
vive un mutismo sin flores
y
etéreas las ánimas
se
dejen llevar por la brisa
porque
alguien cavó
una
tumba
en el aire
sin
conocer
la aurora
la loca de al lado
no sólo ésta
sino todas las noches
algunas de lluvia
mi vientre es borrasca
al gritar la loca
la loca de al lado
la siento la veo
bailar como un trompo
cuando sale la luna
sus brazos son aspas
que excitan los vientos
en estado de pánico
y sombras provoca
la
llamarada de su pelo
por
eso me inclino
a
recoger monedas
y
paso un sombrero
para
premiar
su locura
boulevard
transito
una
calle triste
poblada
de seres insólitos
llamados
eternos
por
virtud o espíritu
seres
que nunca dialogan
aunque
el viento y la lluvia
los
lavan y abrillantan
como
hongos o rocíos purísimos
en la “Calle de los poetas”
existe
un alto muro
con
sus nombres tallados
¿acaso
seré yo
uno de ellos?
antipoema
ni alto ni bajo
ni delgado ni grueso
de padre sibarita
y madre aria
último hijo de seis
voz de barítono
decía poesía erótica
con ojos enjutos
labios bermejos
e inteligencia
entretenida
hizo lo que hizo
ardiente amante
de
mujer y alcohol
fue mixtura
de caníbal y río
de lava con mar
y prendido al rabo
de una nube*
se elevó como un cometa
a la metáfora misma
*Silvio Rodríguez
para no repetir
hay veces que siento ser
un tejido barato
plagado de figuras
en un muestrario de rabias
donde dedos meticulosos
han diseñado dibujos
en mi gastado interior
maduro la ocasión
de tomar las tijeras
cortar algunos retazos
de las salientes del alma
para no repetir historias
o las mismas batallas
que aún describo
aquí
en este país
no hay encanto
ni siquiera
cafés literarios
sólo “shoppings”
con zapatos muy caros
o en su defecto el mercado
cajas de hortalizas serruchos clavos
ropas de marcas imitadas
carnes magras en asadores oscilantes
guerras
entre proveedores…
…esto
no es infierno ni gloria
tal vez un túnel de ecos
o un coro
de palabras foráneas
otras sombras
cuatro nítidas sombras
llenan la estancia
la luna
las flores
la jarra con dulce vino
de la que bebo sin amigo
porque la luna
no sabe libar
en tanto bailo
todo se columpia
y mi sombra
me
acosa
en vano
foráneo
oculto en una lágrima
deambulo entre cenizas
me enclaustro en soledad
para arañar los gritos
necia la médula
busca a hurtadillas
el dolor inexorable
siendo foráneo
tejo telarañas
para atraparte
a
“capella”
neutral
como un punto
eternizo la página que
es mi espacio
a veces regreso al feto
allí clepsidra
aguardo
el momento
de abrir la mente
como la ciudad divide
los muslos de sus
hembras
por perseguir sueños
vuelvo a parir versos
vomito eclipses
hasta que impotente
el canto del gallo
se aloja en relojes
que mastican tiempo
el corazón famélico
se pierde en esquinas
habita el ayer
y copia viejas quimeras
diálogo íntimo
en el cuarto de pensión
con vino barato en el cuerpo
deteriorado
igual a la cama
la mesa y las dos sillas
música de Frankie en los oídos
bebo lo que queda de la tarde
no escribo
no estoy borracho
no quiero que recojan mis pedazos
como gotas de mercurio
tengo hambre
salgo a comer algo
siento abrirse mis heridas
que sin válvula
se dejan gotear por las calles
si bien aspiro ser
una cicatriz eterna
ebria en vagar por otras ciudades
el
subconsciente
paso
a paso
me indica los sitios
nada sucede
es uno de esos días
en que se deshacen los malvones
quebrándose
como fracciones de cristales
la lluvia resbala
desde la casa de altos
y la cocina
a pesar de sus ricos aromas
incita carencias
tal vez
un hombro donde apoyarse
el peso de una mano amiga
pero por más
que
defina palabras
simplemente
nada sucede
lamento
la casa
plena de silencio
el corazón de congoja
y los pasos eco
de tu voz que me llama
cuando la tarde
se
viste de memoria
entonces me pregunto:
qué será de las sombras
en las horas tristes
tendrán el sonido de un amigo
serán filigranas de luciérnagas
o se hundirán con tu voz
en el lago de vidrio
de lágrimas solitarias
cuando la tarde
se viste de memoria
sin ruido
con tormentas en la
boca,
me gritó silencios
que hieren al llegar
no la sentí salir
ahora invento noches
donde la soledad se
convierte
en tristes sueños de
algodón
en la casa
la aldaba suena en
vacío
erige mutismos
mientras me cobijo
arropado de espinas
en dos rosas que
divulgan aroma
sense soroll
traducción
catalana del poema “sin ruido” por
Pere Bessó
amb gropades a la boca,
em cridà silencis
que fereixen en arribar
no la sentí eixir
ara invente nits
on la soledat esdevé
tristos somnis de cotó
a casa
la balda sona en buit
alça mutismes
mentre m'arrecere
embolcallat d'espines
en dues roses que divulguen flaire
la noche lo es todo
bebo las sombras
como un licor antiguo
furtivo
entre las ramas del abrazo
el cuerpo se nutre de lo que ama
y enciende fuego en la madera
transito desiertos de rodillas...
nada es lo mismo
detrás de tu mirada
la noche lo es todo
aunque la lluvia
teclee
en
la ventana
en la brega
hoy guardo la bronca
la bronca de la incomprensión
de la desidia que traba
devora y despedaza
al lidiar por quimeras que…
no todos entienden
no todos aprueban
sin embargo
fundo la palabra
digo lo que pienso
mato mil exilios
me abrumo de emociones
si bien las muertes me
cercan
latente armo
sarmientos poemas
florales prosas
vergeles cuentos
aéreas metáforas
y activo
el grito inmenso
de ser escuchado
y me pregunto…
en
días como hoy
sobrevivimos
como
los jazmines
con
la inercia
de
una flor en el paisaje
indolente
frente
al espejo
busco
las claves
y
me pregunto :
por
qué
ya no deseo
tardíamente
un
día
de
otro año
no
recuerda cuando
el
amor
fue
una jaula abierta
que
levantó vuelo
con
aves sin gozo
no
supo amar
a
lo Eluard
y el corazón
cansado de rendirse
hoy acaricia alacranes
y
desatiende
al mundo
solista
su
rostro
se
mira
en
un espejo ciego
las
manos perfectas
de
alados dedos
exhiben
anillos
que
vuelan por el teclado
reman hilos de agua
y agudos se hunden
en
resonancias
en
el allegro
se
altera su música
una
mujer de la nada
le
ha disparado
al pianista
itinerario
transita
estrechas calles
cubiertas de escorias
por las que a veces
asoma un tramo de cielo
su vida de caracol
deja rastros viscosos
vuelve a lo ido e ido vuelve
como un alfil desgastado
se oculta en el amor
fruto de su delirio
sumido en la calma
de unos ojos borrosos
es
hombre
de pies cansados
que ha malgastado el camino
con esa hambre
igual a comida
a sueño
profundo
libertad
mi libertad
es una nota
una palabra
que no señalo
está en mis dedos
con ellos dibujo
signos florecidos
trato que en lo legible
no se note la duda
libertad
es el idioma
y mi lengua
dirigida a todos
con pasión
ordeno y desordeno
ese canibalismo
de acentos y comas
no es pecado
las ideas resisten
radiantes
contaminado
yo sé
que la vida
es árbol incierto
que la lluvia todo moja
y el dolor
es química del recuerdo
yo sé
que en la boca
habita el gusto
común del que vive
en el miedo a no terminar las
cosas
como el morir
sin haber amado
o que nos hayan amado
desesperadamente
y que al final…
la metamorfosis a la nada
será sumar
algunos huesos
surrealismo vicioso
esta mañana
espejo
y cepillo de dientes
me contemplan
celosamente
desamparados
como críos
en el anonimato
el agua
me hiela la cara
y aclara mis ojos
vidriosos
entro a la cocina
en la mesa
un vaso de alcohol
medio vacío
emite factura y recibo
fiel al destino
me parapeto
tras el vaho de un
suspiro
aún me restan
doce
horas de luz
para encontrarla
cansancio
hay un soldado
que acude
a reponer fuerzas
antagonista
de cruentas batallas
le grita a la historia
a las naciones en boga
que colman ataúdes
con banderas tricolores
madres angustiadas
de perder hijos
llenan las crónicas
y el cielo dilata
estrellas asfixiadas
en noches
sin destellos
cuando
de madrugada
en ascuas
puntual el cuerpo
sufre apetito
funde signos
eclipsa males
se aligera
los huesos
como quenas
oscilan y crujen
bajo un viento
decisivo
fantasía
el inválido sueño
incita su lenta marcha
en
tanto el alma dormita
es liquen lento
que engaña y
aparta
el paisaje de mi
dama
en
él me derrocho
y dicen:
que en sueños
no se sacrifica nada
realidades
lo absurdo de la vida
se escurre
como agua entre los
dedos
lunas y soles
son turistas fijos
relojes
marcapasos
mundo globalizado
esqueletos vivos
luchan contra la
corriente
con una pizca de saber
gestan palabras inciertas
enfrentan recelos
y
agrietadas sequías
fecundan
grandes crecidas
el mimo
a Marcel
Marceau
tras no encontrar un modo
de
expresar mucho
eligió
el grito del silencio
decidido
el mismo día
que
regresaron aquellos
de
los campos de trabajo
sin
querer hablar
de
su holocausto
con
manos de algodón
pies
de nubes
pájaro sin dolor de jaula
fabricó
andamios
sin
hacer ruido
trepó
al cielo
y
ocultándose
tras
una máscara alba
sus
ojos conocieron
indelebles
la oscuridad
del alma
lamento bardo
mucho hace
que en nada creo
no tengo búsquedas
tampoco aciertos
como poeta
dejo de ser otros
para ser uno
mi camino
es un camino tuerto
con pasos
sombríos y lamentos
en divagantes
huellas de quebranto
delego
versos al tiempo
verano
la tarde se hace tarde
molesta y agorera
la humedad
es sudor
que recorre
e impregna con irritación
la autopista del cuerpo
la mente se estanca
pensar es un estorbo
el calor es vaho
un preñado capricho
que las aves no vuelan
y en la hamaca
todo adormece
en espera de brisa
insoluble teorema
del intenso verano
tedio
cansa
ser hombre
me
siento
un
animal ético
humildemente
aurífero
un trofeo que se tienta
sobre
un nido de fresas
un
asceta con pecho de aspas
en
lento dolor de piedra
que
hoy jura
dejar
de
mentirle
al cuerpo
ahora
cuando
la ciudad a las siete de la tarde
tiene
un tono y un hedor ermitaño
salgo
a luchar contra ese circo
y
estampo todos mis silencios
sobre
el mármol de las fachadas
ha
llovido
la
noche se refleja
en
las mariposas de agua
que
se vuelven transparentes
y
el cercano mar se consume
como
mis aguas
con cada estío
rumbo
frente
al estorbo
el
acaso es cosa seria
la
escritura pura alquimia
incluso
su magia se hace duda
cuando
el poeta crea
y
su mente domina
el
infiel trapecio
de
una soledad turbada
por
una multitud
de
pensamientos a hurtadillas
se
hace noche
menguantes
las rótulas
buscan
la llave del reposo
y
tras el cancel del cansancio+
desciende
el paracaídas
de sus ojos
razonamiento
fui pasajero de esperas
en andenes sin prisa
allí entendí que para
conocer a la gente
debía alzar las rocas
debajo de las que se ocultan
también creí sus verdades
luego retuve el arte
de leer entre mentiras
y enterré en ataúdes ideas
según los casos
con una flor en la mano
analicé que el amor emigra
de un tiempo a otro parecido
la vida
es una espasmódica tormenta
que nace y desaparece
y antes que la azul
guadaña
corte el hilo de mis
reflexiones
aseguro
esta flor es
incomparable
tiene el perfume
del cuerpo que extraño
a veces
de
reír olvido
me
alejo de los abrazos
escamoteo
una tregua
ataviado
de indiferencia
ando
por un camino de hormigas
entre
verdes calles
en
la espalda el peso
del
trajinar tardío
me
sorprende
como
un reflejo en el agua
ver
el perro que custodia
la
puerta de un café triste
y
reconocer
las veredas
de mi infancia
acoplado
en
la noche umbría
el cuerpo es una flor
sostenida
por hilos
una
sinfonía de ruidos
tararea la mente
del
hombre hueco
su enferma madurez
evoca
la mujer que dijo:
el
amor es un poliedro
que
una por vez muestra sus fases
sólidamente
computadas
en su haber
satisface
el boceto
de un ídolo oscuro
convertido
en simple alquimista
de sus propias aleaciones
soporto
vestido de locura
horas animales
sin huesos o imágenes
he imantado
la ceguedad de mis ojos
con cierta lógica
engaño la naturaleza
practico actitudes solitarias
para que el demonio arda
y desayune conmigo
leo con los dedos del alma
pero frente a mis ojos
veo solamente violencia
los que pasan
parecen demonios
asesinos violadores pederastas
promiscuos entre personas dignas
y entonces lloro
y mis lágrimas son de madera
bajo un dintel de espanto
cumplo
una visita guiada al sufrimiento
penetro por su frente
siempre oscuro
siempre poblado de seres
que apestan a miedo
entonces escapo
encogido de hombros
caigo de rodillas
el cielo esta ocre y profundo
como arenas movedizas
y dejo huir de mi boca
tres palabras enormes:
“cuánto lo siento”
azules
siempre de pie
en los bordes de las horas
tejo historias
es tiempo de cambios
de poemas breves
maduros de agua o de barro
que atinan vertientes
de menor resistencia
****
desnuda voz que tiembla
en el holocausto de la carne
si el aire huele a humo
la muerte y los besos
tienen perfil de cárcel
y sacuden con melancolía
antiguas energías
****
Frente al mundo
soy un punto vulnerable
que gira en espiral
y cabalga el lomo del iceberg
mientras sepulto ideas
en la escarcha perpetua
queja
me sepulto
en la edad de las memorias
mientras la aguja de mi cuerpo
llora como hombre
pronto será de noche
y ante el espejo
veré una arruga trágica en la frente
y todas las huellas
de una infancia interrumpida
sabrán vencerme
en la fracción de un quejido
sensación
soy
un desierto
cansado
de su silencio
que
mezcla dunas y cielo
en
confuso crisol
y
en las manos alberga
brillantes
rayos de gracia
siendo
la tempestad del corazón
yugo
de ocultos señuelos
en
la primavera de su nacimiento
fragmentado
siento el frío
de una ciudad cercada por la nieve
cuando pienso tu cuerpo
desnudarse lento
sentado
tras la luz de la bujía
acaso deba
cubrir tus hombros
con un paño de penumbras
para
no sumar
a
tu piel viuda
deseos
con sabor de abismos
arcano
el
miedo
colmó
horas
secó
su boca
arreció
en lluvia
mojó
sus manos
lo
mutiló
disimulado
tras
una cornisa inválida
temió
perder control
pero
aprovechó
la
primera ráfaga
para
esconderlo
más
tarde en la cocina
revolvió
el café
y
bebió en silencio
su tranquilidad
signos
cual calidoscopio
la noche arma filigranas
con tormentas
y oscuras jaurías
que colman mi pecho
encarnada
la primera neblina
sangra en el cielo
al florecer la aurora
con olor a pinos y rosas
y el canto de un gorrión
se mece en la rama
a dos dedos de la brisa
donde signos luminosos
coinciden
y hartan de paz
mi mañana
Baires
volé
en sueños
a
la ciudad donde nací
una
hembra de ausencia
que
guarda su otoño
con
pies desolados
fui
un foráneo
entre
cafés y cafés
en
horas cansadas
mudé
ventanas
y
voces irreconocibles
me
vieron extranjero
recorrer
calles deterioradas
evocando
aromas antiguos
sentí
mi corazón gemir
encogerse
y estirarse
como
un bandoneón
que
esparce música
en
una nube de gofio
después
mucho
después
desde
ninguna parte
regresé
al
lugar donde mis cabellos
reconocen
todos
los vientos
allí
donde me fundo
cuando
me mira con sus ojos de mujer
aquella
que me hace sentir alguien
poemas
perseguidos
a
veces
de
la línea roja
de
una lágrima
nace
la fatuidad de un verso
que
se marchita como una flor
para
vagar a tientas
con
la insensibilidad de un guante
al
tacto de un viento amilanado
****
quedándome
me
estoy yendo
soy
una plegaria
unida
al viento
que
hacia atrás camina
soy
aquel en años
con
la cabeza joven
una
luz que se apaga
encendida
hace mucho tiempo
vivo
del otro lado de la línea
donde
los perros ladran
y
todas las mañanas
pugnan
por roer mis huesos
****
llueve
detrás
de los cristales
el
destino trae borrascas
y
el trueno espanta las palomas
que
dejan sus miserias
en
el alféizar de la ventana
elijo
el instante
y
esquivo golpes de locura
abogo
al juicio
pero
me derrumbo
sin
necesidad de cábala
frente
a una tarta de manzanas
****
tal
vez es la tristeza de la tarde
o
la lluvia que trae oscuras gotas
de
lágrimas insidiosas
o
quizás el viento que ulula
me
hace pensar en mi amada
en
el ruido de sus pasos
cuando
transita el viento
con
alma de libélula
labios
de sed y belleza
resbalo
y retrocedo en el espacio
me
poso en la mancha de una flor
como
si fuese una abeja
que
liba un amor huérfano
al
dejar huellas indicios presagios
fecundo
un lugar al regreso
****
soy
un hongo
al
que no eligen
y
solitario muere
siempre
ocurre lo mismo
cuando
creo a mi musa culpable
de
esta inclinación en que deliro
es
cuando me convierto
en
un perro sarnoso
rascándose
el cuerpo
extiendo
DDT en las heridas
opero
un Tampax para absorber la sangre
y
con la noche como única amiga
arribo
al lugar
donde
el dolor menos duele
****
no
sé
a
cuantos grados
prende
la hoja caída
el
deseo humano
la
madera seca
la
mente pensativa
pero
sé
que
el papel se enciende
y
arde a una temperatura
de
Fahrenheit 451…
un
modo para quemar lo escrito
índice
entre
el amor y la fantasía
claves
- 13
devenir
- 14
latente
– 15
cuento
– 16
mujer
– 17
mail –
18
tentación
- 19
un
gemido o dos - 20
sala Gaumont - 21
teorema - 22
madre - 23
perfume - 24
partida
- 25
amores
– 26 /27
algunas
noches - 28
pretende
- 29
en
penumbras - 30
lucía
- 31
arbitrio
- 32
vibraciones
-33
cuaderno
de bitácora – 34 / 35
sátira
– 36
presencia
– 37
reinas
de la colmena – 38 / 39
con el
crepúsculo – 40
degustaciones
– 41
sin
tiempo – 42
estado
– 43
imbuído
– 44
el
retrato – 45
qué
pensarán – 46
tejido
del acto – 47
surjo
– 48
silentes
– 49
liados
– 50
modelo
– 51
éxtasis
– 52
certeza
– 53
así –
54
esotérico
– 55
eros
ciego – 56/57
nunca
es tarde – 58/59
mi
amada dijo – 60
entre
la realidad y el pensamiento
entelequia
- 65
la
loca de al lado - 66
boulevard
- 67
antipoema
- 68
para
no repetir - 69
aquí -
70
otras
sombra - 71
foráneo
- 72
a
capella - 73
diálogo
íntimo – 74*75
nada
sucede - 76
lamento
- 77
sin
ruido – 78/79
la noche lo es todo - 80
en la
brega - 81
y me pregunto - 82
tardíamente
- 83
solista
- 84
itinerario
- 85
libertad
- 86
contaminado
-87
surrealismo
vicioso - 88
cansancio
- 89
cuando
- 90
fantasía
- 91
realidades
- 92
el
mimo - 93
lamento
bardo - 94
verano
- 95
tedio
- 96
ahora
- 97
rumbo
- 98
razonamiento
- 99
a
veces - 100
acoplado
– 101
visita
al sufrimiento – 102/103
azules - 104
queja
- 105
sensación
-106
fragmentado-107
arcano – 108
signos-109
baires -110/111
poemas perseguidos – 112-113-114-115-116

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